Miembro de la tribu de Judá (1 Cr. 4:3). La BJ también tiene lbdas; pero la dHH, ldbas, conforme al hebreo.
Ibhar
(heb. Yibjâr, "El (Dios) escoge", "cosa elegida" o "elegido (elección, electo)").
Hijo de David nacido en Jerusalén (2 S. 5:15; 1 Cr. 14:5).
Ibice
(heb. dîshôn).
Animal clasificado en Dt. 14:5 como limpio, y por lo tanto, comestible. La identidad exacta de dîshôn es insegura. El íbice es una especie de cabra silvestre cuyos machos tienen cuernos muy curvos y grandes. También se podría referir a un antílope Addax, que es nativo del noreste de África y tiene el tamaño aproximado de un asno, con cuernos retorcidos y anillados.
Ibis
(heb. yanshûf (del verbo nâshaf, "soplar")).
Término que aparece 2 veces en la Biblia (Lv. 11:17; Dt. 14:16). La especie exacta de ave inmunda a que se refiere yanshûf es incierta. Algunos sugieren la lechuza-águila egipcia; otros la lechuza de orejas largas; Driver sugiere la lechuza chirriante. El ibis es un ave acuática de patas largas de la familia Threskiornithidae, emparentada con las garzas.* El ibis sagrado era venerado en el antiguo Egipto.
Bib.: Driver, PEQ 87 (1955):20.
Ibleam
(heb. Yible{âm, "canal del pueblo" o "desperdiciador de gente"; la ciudad se menciona como Ybr{m en la lista de ciudades palestinas de Tutmosis III).
Ciudad cananea al sur de Jezreel, en el territorio de Manasés, que no fue capturada por los israelitas en el tiempo de la conquista (Jos. 17:11; Jue. 1:27). En sus proximidades, el rey Ocozías de Judá fue herido mortalmente (2 R. 9:27). De acuerdo con la LXX, la DHH dice que en dicho lugar fue asesinado el rey Zacarías de Israel (15:10). Ibleam fue asignada a los levitas (1 Cr. 6:70; aquí llamada Bileam*). Ha sido identificada con Tell Bel{ameh, a unos 8 km al noreste de Dotán. Mapa VI, D-3.
Ibneías
(heb. Yibneyâh, "Yahweh construye (edifica)").
Benjamita, jefe de una familia (1 Cr. 9:8).
Ibnías
(heb. Yibniyyâh, "Yahweh construye (edifica)").
Benjamita, antepasado de lbneías (1 Cr. 9:8).
Ibri
(heb. {Ibrî, "hebreo").
Levita merarita (1 Cr. 24:27).
Ibzán
(heb. {Ibtsân, tal vez "ilustre").
Juez que rigió Israel durante 7 años. Era nativo de Belén de Zabulón, una ciudad a unos 11 km al oeste noroeste de Nazaret. Tuvo 30 hijos y 30 hijas (Jue. 12:8-10). Nada más se sabe de él. Mapa VI, C-3.
Icabod
(heb. 'îkâbôd, "la gloria ha partido" o "sin gloria", de acuerdo con la interpretación dada en 1 S. 4:21).
El nombre es probablemente una abreviación de 'ajî-kâbôd, "¡ay! (es decir, se ha ido) la gloria", 'î-kábôd, "¿dónde está la gloria?", o 'abî-kâbôd, "mi Padre es gloria". Hijo del sacerdote Finees y nieto del sumo sacerdote Elí. Nació inmediatamente después que su madre recibió la trágica noticia de la muerte de su esposo y de su suegro, y de la captura del arca por los filisteos. Ella murió poco después, pero antes de su muerte llamó Icabod a su hijo para recordar la vergonzosa derrota de Israel (1 S. 4:19-22; 14:3).
Iconio
(gr. Ikónion, "imagen pequeña").
Ciudad importante del interior del Asia Menor; casi un oasis en la elevada y árida planicie de Licaonia. Jenofonte la llamó "ciudad fronteriza de Frigia", pero se la consideraba, en general, como la capital de Licaonia, hasta que fue incorporada a la provincia romana de Galacia en el 25 a.C. La ciudad fue habitada continuamente y ahora se llama Konya. Pablo y Bernabé predicaron en Iconio y establecieron una iglesia cristiana en el lugar durante su 1º viaje misionero, pero tuvieron que huir cuando se desató la persecución (Hch. 13:51; 14:1-6). Los judíos de esa ciudad despertaron el odio contra ellos en Listra (14:19). Sin embargo, más tarde en el mismo viaje Pablo regresó a Iconio (v 21), y la visitó otra vez en su 2º viaje misionero (16:2), y posiblemente también en el 3º (18:23). Mapa XX, B-5.
Idala
(heb. Yid'alâh, "chacai").
Pueblo fronterizo de Zabulón (Jos. 19:15), identificado con Khirbetel-2awârah, a 1 km al sur de Belén de Galilea. 571
Iddo
(heb. {Iddô' (1), tal vez "a tiempo (oportuno)"; heb. {Iddô y Ye{dî (Q Ye{dô; 2, 4), de significado incierto; heb. Yiddô) (3), de significado incierto; heb. {lddô' e {lddô (5, 7); aram. {lddô'; de significado incierto; heb. 'lddô (6), de significado incierto; cun. lddûa).
1.
Hombre cuyo hijo Ahinadab era gobernador de Salomón (1 R. 4:14).
2.
Levita gersonita (1 Cr. 6:21).
3.
Jefe de Manasés, en Galaad, bajo David (1 Cr. 27:21).
4.
Vidente o profeta que escribió informes de los reinados de Salomón, Jeroboam, Roboam y Abías (2 Cr. 9:29; 12:15; 13:22).
5.
Padre o abuelo del profeta Zacarías (Esd. 5:1; 6:14; Zac. 1:1, 7). Puede ser idéntico a Iddo 7.
6.
Jefe de una comunidad de levitas y sirvientes del templo en Casifia, Babilonia, a quien Esdras pidió que enviara a ciertos miembros de su comunidad para acompañarlo a Jerusalén (Esd. 8:17-20).
7.
Jefe de una familia de sacerdotes que regresó con Zorobabel de Babilonia (Neh. 12:4, 16).
Idolatría
(gr. eidÇlolatría).
De acuerdo con el uso bíblico, idolatría incluye tanto la adoración de falsos dioses en diversas formas como la adoración de imágenes como símbolos de Yahweh. El NT amplia el concepto de idolatría para incluir prácticas como la glotonería (Fil. 3:19) y actitudes como la codicia (Ef. 5:5), lo que está en armonía con el énfasis espiritual en el NT.
La idolatría se practicó desde muy temprano en la historia. Los antepasados inmediatos de Abrahán "servían a dioses extraños" (Jos. 24:2). Los patriarcas se dedicaron a la adoración monoteísta de Jehová, pero miembros de sus familias fueron influidos a veces por la idolatría (Gn. 31:30, 32-35; 35:1-4). Fue un pecado frecuente en Israel (Dt. 32:16; 2 R. 17:12; Sal. 106:38) y una preocupación más que pasajera en la iglesia cristiana primitiva (1 Co. 12:2). El paganismo cananeo era popular por causa de sus bajas normas éticas en contraste con las elevadas de la religión hebrea, y la religión más exigente a menudo era abandonada por la adoración más fácil de Baal.
El problema de la idolatría era tan grave en la antigüedad que los primeros 2 mandamientos del Decálogo se ocupan en forma muy definida de esta fase de la vida religiosa (Ex. 20:3-6). Durante el período del éxodo hubo 2 violaciones notables de estos mandamientos: primero fue la adoración del becerro de oro (cp 32); segundo, la apostasía en Sitim, donde Israel cayó en las prácticas licenciosas de la idolatría moabita (Nm. 25:1, 2).
Desde la conquista de Canaán hasta la cautividad babilónica, la idolatría fue una modalidad persistente y desmoralizadora en la experiencia de Israel. En el período más temprano se repetía una y otra vez este esquema: Israel caía en la idolatría y era víctima de la agresión (Sal. 106); luego surgía un juez que lo liberaba y restablecía el culto a Yahweh. La fluctuación entre la adoración al Dios de Israel y la idolatría prosiguió durante el tiempo de los reyes, con frecuencia fortalecida por alianzas políticas y casamientos con paganos (1 R. 11:1-13; etc.). En esos tiempos la batalla contra los ídolos fue encabezada por profetas: Elías desafió al idólatra Acab (21:17-27); Amós previno al pueblo de que la cautividad sería el resultado de la adoración a dioses falsos (Am. 5:1, 26, 27); Oseas denunció el "becerro de Samaria" (Os. 8:4-6); Isaías ridiculizó la locura de adorar la obra de las propias manos (Is. 44:9-20); Jeremías predijo el castigo divino como resultado de la adoración de ídolos (Jer. 7:16-20, 29-34); Ezequiel anunció la desolación del país por causa de la idolatría (Ez. 6). La repetición de estas advertencias es muy frecuente, lo que indica la seriedad del problema en tiempos del AT.
Durante el cautiverio, los israelitas aprendieron la lección con respecto a la idolatría. Su rechazo de las imágenes llegó a ser tan fuerte y duradero que siglos más tarde consideraron que aun los estandartes romanos los contaminaban; y hasta llegaron a destruir el águila de oro del templo de Herodes. Hicieron todo esfuerzo posible por aislarse de cualquier influencia que pudiera inclinarlos hacia la idolatría. La nueva adoración en la sinagoga, que era muy común en tiempos del NT, fue una protección efectiva contra la influencia extranjera. La tendencia anterior de confraternizar con las naciones vecinas dio lugar a un aislamiento fanático (Jn. 4:9; Hch. 10:28) que tuvo consecuencias muy negativas.
Los conversos del paganismo en tiempos del NT estaban en constante peligro de recaer en la idolatría, por lo que hay muchas advertencias contra ella (1 Co. 5:10, 11; 6:9; 10:7; Ef. 5:5; Ap. 21:8; 22:15; etc.). Uno de los problemas que más preocuparon sobre el particular fue el comer alimentos sacrificados a los ídolos. Algunos conversos del paganismo no podían, con limpia conciencia, hacer uso de ellos. Pablo recomendó que se los tratara con consideración, y que los cristianos más maduros, para quienes los ídolos no eran nada 572 y, por lo tanto, el alimento sacrificado a ellos no tenía ninguna diferencia con los que no lo fueran, no presionaran las conciencias de aquéllos (1 Co. 8; cf Ro. 14). El genio del judaísmo y del cristianismo es el monoteísmo ético. La creencia de que "Dios es uno" y que "Dios se interesa por lo que la gente hace" contrasta con el politeísmo degradado de los siglos.
Bib.: FJ-GJ ii.9.2, 3; FJ-JA xvii.6.2, 3.
Idolo.
Figura, estatua, semejanza, etc., venerada como representación de una divinidad. Un ídolo, en un sentido amplio, puede ser cualquier objeto tangible que se adora como un dios, o como símbolo de ese dios. "Imagen" tiene un sentido un poco más restringido, pues generalmente designa una semejanza fabricada, que supuestamente "retrata" a la deidad que representa. En la Biblia se usan estos términos para traducir muchos vocablos hebreos y griegos, pocos de los cuales corresponden exactamente a los vocablos españoles. Algunos vocablos bíblicos son términos que se refieren a la forma o naturaleza del ídolo, o a la manera en la que se lo hizo; otros representan diversas expresiones de desprecio por lo absurdo y lo degradado de la idolatría.
Algunos importantes son el: 1. Heb.'elîl, "nos dios", "nada" (Sal. 96:5; Is. 2:8). 2. Heb.'eben, "piedra", que designaba el material con que estaban hechos algunos ídolos. 3. Heb.gillûlîm ("bolitas de estiércol") y 'elîlîm ("diosecillos"), términos de desprecio por los falsos dioses (1 R. 21:26; Ez. 14:3-7). 4. Heb.pâsîl y pesel, originalmente una imagen de madera tallada, un ídolo esculpido y, en escritos posteriores, cualquier otro tipo de imagen (de piedra, arcilla, incluso de fundición; Ex. 20:4; Dt. 7:5; Jue. 3:19, 26; 2 Cr. 33:19; Is. 40:19, 20; 44:9, 10). 5. Heb.tselem, "imagen", "semejanza", generalmente similar a la palabra española "imagen" (Ez. 23:14; Am. 5:26). 6. Heb.massêkâh, ídolo de metal fundido. 7. Heb.temûnâh, estatua representativa de un dios calificándolo en alguno de sus atributos. 8. Heb.terâfîm, "terafines".* 9. Gr.eídÇIon (de la que proviene nuestra palabra "ídolo"; Hch. 7:41; 1 Co. 12:2; 1 Jn. 5:21). 10. Gr.eikon, "imagen", "semejanza" (Ro. 1:23; cf su significado básico de "semejanza" en Mt. 22:20; 2 Co. 4:4; etc.; figs 163, 503).
Idumea
(heb. 'Edôm, "rojo", "terroso" o "sangriento"; gr. Idoumáia).
Nombre que los griegos y romanos usaron para Edom (Mr. 3:8). En el período intertestamental y en tiempos del NT designaba un área al oeste y noroeste del antiguo Edom, en el sur de Judá. Esta región recibió su nombre de los edomitas, quienes se habían mudado a ella después de la caída de Jerusalén en el 586 a.C., y otra vez después de haber sido expulsados de su antigua patria por los árabes nabateos en el s IV a.C. En los tiempos de los macabeo, los edomitas ocupaban importantes ciudades, hebreas como Bet-sur y Hebrón (1 Mac. 4:29; 5:65). El gobernante macabeo Juan Hircano finalmente los subyugó y los obligó a aceptar la religión judía. Como prosélitos judíos, técnicamente llegaron a ser y se los consideró parte de la nación. Descendientes de los idumeos fueron los Herodes. Mapa 1, C-1/2.
Bib.: FJ-AJ xiii.9.1.
Ifdaías
(heb. Yifdeyâh, "Yahweh redime (liberta)").
Descendiente de Benjamín (1 Cr. 8:25).
Igal
(heb. Yig'âl, "El (Dios) redime". "Dios vindicará (vengará)" o "vengado").
1.
Espía que representaba a la tribu de Isacar (Nm. 13:7).
2.
Hijo de Natán de Soba; uno de los valientes de David (2 S. 23:36), considerado por algunos como idéntico al Joel de 1 Cr. 11:38, o pariente de él.
3.
Hijo de Semaías y descendiente de Joaquín (Jeconías; 1 Cr. 3:22).
Bhakti Vijnana Goswami is one of the leaders of ISKCON in Russia and is working tirelessly towards establishing a large new temple in Moscow. He was a brilliant graduate student, attending chemistry classes at Moscow State University before he meet devotees in 1977. In spite of heavy opposition from the state he decided to serve full time in the mission of Srila Prabhupada. He tirelessly preaches and gradually has made large number of devotees in Russia and surrounding former states of USSR.
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Bhakti Vijnana Goswami is one of the leaders of ISKCON in Russia and is working tirelessly towards establishing a large new temple in Moscow. He was a brilliant graduate student, attending chemistry classes at Moscow State University before he meet devotees in 1977. In spite of heavy opposition from the state he decided to serve full time in the mission of Srila Prabhupada. He tirelessly preaches and gradually has made large number of devotees in Russia and surrounding former states of USSR.
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His Holiness Bhakti Vijnana Goswami is one of the leaders of ISKCON in Russia and is working tirelessly towards establishing a large new temple in Moscow. He was a brilliant graduate student, attending chemistry classes at Moscow State University before he meet devotees in 1977. In spite of heavy opposition from the state he decided to serve full time in the mission of Srila Prabhupada. He tirelessly preaches and gradually has made large number of devotees in Russia and surrounding former states of USSR. Su Santidad Bhakti Vijnana Goswami es uno de los líderes de ISKCON en Rusia y está trabajando incansable en el establecimiento de un Gran Nuevo Templo en Moscú. Fue un brillante Estudiante del Tercer Ciclo, atendiendo a clases de química en la universidad de estado de Moscú antes de que él se encontrara con los devotos en 1977. A pesar de la fuerte oposición del estado él decidió desempeñar servicios a tiempo completo en la misión de Srila Prabhupada. Él predica incansablemente y ha hecho gradualmente un gran número de devotos en Rusia y Estados anteriores de lo que fue la URSS.
Los heteos (o hititas, como se los conoce generalmente) son mencionados con frecuencia en el AT, pero no se supo nada de ellos en fuentes seculares hasta fines del s XIX d.C. La resurrección de su historia, cultura, religión y lengua es uno de los éxitos de la arqueología moderna. Los eruditos del s XIX comenzaron a notar que antiguos registros recientemente descifrados mencionaban un país y una nación importantes hasta entonces desconocidos, identificados como Kheta en las inscripciones egipcias y Hatti (a veces transliterado Khatti) en los textos asirios. En 1884, 2 eruditos, A. H. Sayce y W. Wright, publicaron sus opiniones de que ciertos jeroglíficos no descifrados en esculturas e inscripciones en las rocas (que aparecían en muchas partes del Asia Menor y el norte de Siria) pertenecían a este pueblo, y de que debían ser los heteos de la Biblia. Descubrimientos posteriores demostraron la corrección de esa teoría. Hugo Winckler, asiriólogo de Berlín, en excavaciones en Boghazköy, en el Asia Menor central (1906-07 y 1911-12), encontró que en ese lugar había estado la antigua capital de los hititas: Khattushash. También descubrió los archivos reales de los reyes hititas que contenían más de 10.000 tabletas de arcilla escritas en cuneiforme babilónico. Algunos de estos textos, escritos en acadio, pudieron ser leídos de inmediato; mientras que otros estaban en una lengua desconocida. Cuando esta lengua fue descifrada por B.
Hrozny en 1915, se supo que era hitita y pertenecía a la familia indoeuropeo de lenguas. Excavaciones posteriores en Boghazköy, realizadas en forma intermitente hasta nuestros días, han aumentado nuestro saber de los heteos o hititas. Mayor conocimiento de este pueblo se agregó con la exploración de otras ciudades hititas, en especial Carquemis, que en los textos asirios posteriores es llamada la capital de los hititas. Se descubrieron y descifraron textos en varios idiomas antiguos de Anatolia. Desde 1947 las inscripciones jeroglíficas hititas que se mencionaron más arriba, enontradas en diferentes rocas en el Asia Menor y que por mucho tiempo no habían podido ser leídas, comenzaron a revelar sus secretos.
El desciframiento fue posibilitado por el hallazgo realizado en 1947 por H. Th. Bossert de una inscripción bilingüe en Karatepe, Anatolia oriental, que contenía textos paralelos en escritura fenicia y en jeroglíficos hititas. Mapa III, B-3/4.
I. Origen étnico de los hititas.
El origen racial de los hititas es todavía un problema no resuelto. Los relieves antiguos los muestran como gente baja, de nariz grande, frente inclinada y labios gruesos. Generalmente se los muestra en los monumentos con ropas pesadas y zapatos con puntas levantadas. Como el desciframiento de su lengua ha mostrado que hablaban un idioma indoeuropeo, algunos eruditos llegaron a la conclusión de que debieron haber pertenecido a la misma raza que los griegos, los medos y otros pueblos de lenguas indoeuropeas, que en la Biblia aparecen como descendientes de Jafet. Sin embargo, Gn. 10:15 incluye a Het, antepasado de los hititas, entre los descendientes de Cara por medio de Canaán. Los así llamados hititas que nos dejaron sus registros, se llamaban a sí mismos Neshumli, y usaban el término Hattili para designar al pueblo que desplazaron cuando entraron en la Apatolia en algún momento de comienzos del 2º milenio a.C. A este pueblo reemplazado se lo llama hoy proto-hitita, y éstos son los verdaderos descendientes de Het, hijo de canaán. Estos proto-hititas fueron absorbidos por los Neshumli y abandonaron su lengua para usar la de sus invasores indoeuropeos, o hititas jaféticos, que ocuparon su territorio. Poco se sabe de los hititas primitivos. Han sobrevivido algunos escasos textos religiosos en su idioma, con traducciones hititas posteriores.
II. Historia de los hititas.
Los registros escritos más antiguos del territorio de los hititas 559 proviene de los colonos asirios del s XIX a.C., que vivieron en diversas ciudades anatolias como comerciante y tenían a Kanesh como su cuartel central (cerca de la moderna Kültepe, inmediatamente al sur del río Halys). Por alguna razón desconocida, estas colonias dejaron de existir después de un siglo. Luego siguió un reino anatolio gobernado por Anitas, pero si era hitita o no resulta incierto. El primer rey hitita de quien tenemos algún conocimiento cierto es Labarnas, al cual los reyes hititas posteriores contemplaban como su antepasado y cuyo nombre usaban como título. El reinado de Labarnas es de fines del s XVII a.C., de acuerdo con la cronología más corta. Por ese tiempo, los hititas estaban arraigados en el centro del Asia Menor, y tenían por capital la montañosa Khattushash, ahora Boghazköy, en el arco que forma el río Halys. El bisnieto de labarna, Mursilis I, fue el primer rey hitita que invadió Mesopotamia, haciéndose de un nombre en la historia. Conquistó Babilonia (c 1550 a.C.), puso fin a la 1ª dinastía babilónico y se llevó la estatua de oro de Marduk. Durante el siglo siguiente, los hititas lucharon contra varias tribus hostiles para conservar su posición en Anatolia. Al mismo tiempo surgió una fiera lucha interna dentro de la familia real, que resultó en la muerte violenta de varios reyes hititas. El 1º gran rey después de Mursilis I, y el 1º, constructor del imperio, fue Supiluliumas, que vivió en la 1ª mitad del s XIV a.C. y fue contemporáneo de los faraones Amenhotep III y IV de Egipto. Durante su reinado todo el Asia Menor oriental constituyó su territorio y el poder hitita se extendió hacia el este, hasta la Alta Mesopotamia, y al sur hasta Siria, tan lejos como Cades sobre el Orontes y el Líbano. Dos de los hijos de Supiluliumas fueron designados reyes: uno de Carquemis y el otro de Alepo. Durante este período el Imperio Hitita llegó al máximo de su poder y se convirtió en un rival poderoso de Egipto. La magnitud del poder heteo queda ilustrado por el hecho de que una reina egipcia -la viuda de tutankamón- le pidió a Supiluliumas que te enviara uno de sus hijos para ser su esposo y rey de Egipto. Aunque este príncipe hitita nunca ocupó el trono del Nilo, pues fue asesinado en viaje a este país, el intento de hacerlo rey es significativo. Los hititas siguieron siendo poderosos por un tiempo después de la muerte de Supiluliumas, pero era evidente que un choque entre los 2 poderes mundiales no podía tardar. Este se produjo finalmente durante el reinado de Muwatalis, en la famosa batalla de Cades sobre el Orontes contra Ramsés II de Egipto (c 1300 a.C.), que terminó sin vencedores ni vencidos. Los hititas retuvieron toda Siria, y aun ganaron algo de territorio. Unos pocos años más tarde, Ramsés II firmó un tratado de paz y amistad con los hititas bajo el reinado de Hatusilis III (c 1283 a.C.), y se casó con una princesa de esa nación. Desde ese tiempo en adelante, los hititas y los egipcio, vivieron en paz entre sí. Mapa III, B/C-3/4.
262. Soldados hititas sobre una losa esculpida proveniente de carquemis.
Sin embargo, los primeros pronto tuvieron que luchar con un nuevo poder que invadía Anatolia desde el occidente: los Pueblos del Mar, entre quienes se encontraban los filisteos. Bajo su avance, Khattushash y otras muchas ciudades heteas fueron destruidas y el imperio se disgregó rápidamente y desapareció (c 1200 a.C.). Sin embargo, restos de los hititas se consolidaron en la Alta Mesopotamia y el norte de Siria por otros 300 años en la forma de ciudades-estados. La mejor conocida es Carquemis, sobre el Eufrates, donde se encontraron muchos monumentos hititas de este último período. Otras ciudades-estados fueron Karatepe sobre el río Ceyhan, y Hamat sobre el Orontes. Estos estados finalmente se empeñaron en una lucha a muerte con los asirios y fueron gradualmente aniquilados por su cruenta máquina de guerra en los ss IX y VIII a.C.; a fines de éste, el último reducto del poder hitita había dejado de existir. Incluso desapareció el recuerdo de ellos, como lo demuestra el que nunca se los mencione en la literatura clásica. Sólo la Biblia perpetuó el 560 registro de esta nación perdida para la historia secular. Mapa III, B-4.
III. Cultura y religión de los hititas.
Los heteos eran un pueblo sufrido, montañés, que tenía valores éticos más elevados que los de la mayoría de las naciones antiguas. Esto se nota especialmente en sus leyes y códigos penales, que son los más humanos de todos los que se conocen de ese período.
No eran artistas, y sus producciones en el campo de las artes se comparan desfavorablemente con los de sus contemporáneos de Egipto y de Mesopotamia. Su artesanía era mediocre; sin embargo, tenían sobre sus vecinos la ventaja de poseer minas de hierro, que por un tiempo les dio el virtual monopolio en su producción y el de las armas y herramientas de ese metal.
Su religión todavía no se conoce bien. Adoraban todo un panteón de dioses, la mayoría de los cuales habían sido adoptados de los cultos locales o de naciones extranjeras. El dios horeo del clima, Teshub, era uno de los principales dioses hititas; también adoraban la forma horea de la lshtar babilónica, así como al dios sol, además de muchas otras divinidades que, de acuerdo con los conceptos de los antiguos, controlaban las diversas fuerzas de la naturaleza. Algunas de las deidades posteriores de Anatolia, que aparecen en el NT, tuvieron su origen en la religión hitita. Por ejemplo, Cibeles, la Magna Mater, o la diosa madre, tenía como prototipo una diosa de nombre Kubaba, que desempeñó un papel notable en la religión popular del Asia Menor durante muchos siglos. La adoración consistía principalmente de ritos, en algunos casos orgiásticos, y en sacrificios. La voluntad de los dioses se consultaba mediante oráculos, y las decisiones se tomaban de acuerdo con las indicaciones de la magia. Los muertos se cremaban, y los huesos remanentes se recogían y depositaban en un edificio separado, donde se realizaban ritos por el bienestar de los difuntos.
IV. Los hititas en la Biblia.
La palabra hitita(s) aparece con frecuencia en el AT bajo la forma "heteo(s)". El Het de Gn. 10:15, hijo de Canaán y nieto de Cam (cf v 6), debió haber sido el antepasado de los proto-hititas que se habían establecido en el Asia Menor y fueron absorbidos por los hititas indoeuropeos cuando penetraron en Anatolia desde el noreste. Algunos de esos proto-hititas habrían vivido en Palestina en el tiempo de Abrahán (15:18-20; 23:3-20). Probablemente fue éste el pueblo al que pertenecieron 2 esposas de Esaú (26:34), y los "heteos" en las listas de naciones que habitaban en Canaán cuando los israelitas entraron en el país (Ex. 3:8; Dt. 7:1; 20:17; Jos. 3:10; 11:3; 24:11); aunque es posible que en tiempos de la invasión israelita hubiera colonizadores de los hititas indoeuropeos en Canaán. Los restos de los proto-hititas habrían estado también entre los que se casaron con los israelitas en tiempos de los jueces (Jue. 3:5, 6). Dirigiéndose a los habitantes de Jerusalén, Ezequiel les dice con tono sarcástico, en relación con la población preisraelita de Jerusalén: "Tu padre fue amorreo, y tu madre hetea" (Ez. 16:3, 45). Se conocen nombres amorreos de reyes de Jerusalén por textos de execración* egipcios del s XIX a.C., pero el rey de Jerusalén que escribió cartas al faraón egipcio en el período de Amarna tenía un nombre hitita: Abdu-Khepa, "siervo de (la diosa hitita) Khepa", lo que pareciera indicar que era hitita. Los heteos todavía formaban parte de la población de Palestina en tiempos de David y de Salomón, como lo demuestran los registros bíblicos. David tenía valientes soldados hititas en su ejército, como Ahimelec (1 S. 26:6) y Urías, el esposo de Betsabé (2 S. 11:3-12:10). Los hititas a quienes Salomón incorporó a sus campamentos de trabajos forzados (1 R. 9:20-22; 2 Cr. 8:7-9), probablemente fueron también descendientes de los primeros heteos del período del imperio. Sin embargo, las esposas heteas de Salomón fueron muy probablemente princesas de las ciudades-estados del norte de Siria que florecieron en su tiempo (1 R. 11:1), y entre cuyos gobernantes estuvieron evidentemente los "reyes de los heteos" con quienes Salomón tuvo un activo comercio (10:29; 2 Cr. 1:17). También se mencionan los reyes de las ciudades-estados hititas en 2 R. 7:6, donde el informe bíblico habla de un ejército de sirios que tenía cercada a Samaria, pero que huyó en gran desorden cuando les pareció oír que un ejército hitita se aproximaba a aliviar a los israelitas.
Bib.: O. R. Gurney, The Hittites (Los hititas) (Penguin Books, 1952); S. Lloyd, Early Anatolia (La Anatolia primitiva) (Penguin Books, 1956); H. A. Hoffner, "The Hittites and Hurrians" (Los hititas y los horeos), en D. J. Wiseman, ed., Peoples of Old Testament Times (Pueblos de tiempos del Antiguo Testamento) (Oxford, 1973), pp 197-228.
Hizqui
(heb. Jizqî, "mi fuerza" o "fuerza de Yahweh"; posiblemente una contracción de Jizqiyâh, Ezequías).
Descendiente de Benjamín (1 Cr. 8:17).
Hoba
(heb. Jôbâh, "país de juncos" o "escondite (escondrijo; secreto)").
Lugar cerca de Damasco, descripto como el límite que alcanzó 561 Abrahán al perseguir a Quedorlaomer y sus aliados (Gn. 14:15). Se lo identifica con el país de Upe de las Cartas de Amarna,* con el Âpum de los archivos de Mari, y con el 'Ipwm de los textos de execración* de Egipto. Estos nombres se refieren a la región en la que se encuentra Damasco, y también, probablemente, al nombre de un pueblo en la misma región.
Hijo de Reuel y cuñado de Moisés (Nm. 10:29). Pero en Jue. 4:11, a causa de un error en la puntuación vocálica, se lo llama "suegro". Los masoretas, que añadieron la vocalización al texto hebreo original, hicieron que jtn se leyera jôtên, "suegro"; pero se debería leer jâtân, "cuñado". Hobab era hijo de Jetro,* suegro de Moisés (Ex. 2:16-21), y por ello cuñado de Moisés. Cuando los israelitas salieron de Sinaí rumbo a Canaán, Moisés le pidió a Hobab que les sirviera de guía en el desierto (Nm. 10:29-32). Después de alguna vacilación consintió, y desde ese tiempo los miembros de su familia, conocidos como ceneos, vivieron con la tribu de Judá. Luego de la conquista de Canaán se establecieron en la parte sur del país (Jue. 1:16; cf 1 S. 15:6; 27:10; 30:29); una familia de los ceneos se separó del grupo y se mudó al norte de Cedes en Neftalí (Jue. 4:11; cf v 6). Véase Reuel 2.
Hod
(heb. Hôd, "majestad (esplendor, gloria)").
Descendiente de Aser (1 Cr. 7:37).
Hodavías
(heb. Hôdawyâh(û), "alabad a Yahweh" o "Yahweh es alabanza"; también aparece en textos aram. de Elefantina).
1.
Hijo de Elioenai y descendiente de David (1 Cr. 3:24).
2.
Jefe de una familia de Manasés en Transjordania (1 Cr. 5:24).
3.
Descendiente de Benjamín (1 Cr. 9:7).
4.
Fundador de una familia de levitas, algunos de cuyos miembros regresaron con Zorobabel (Esd. 2:40; Neh. 7:43, heb. K Hôdewâh). Se lo llama Judá en Esd. 3:9. Véase Judá 4.
Hodes
(heb. Jôdesh, (nacida el día de la) "luna nueva").
Esposa del benjamita Saharaim (1 Cr. 8:9).
Hodías
(heb. Hôdiyyâh, "Yahweh es mi gloria (alabanza)" o "esplendor (majestad) de Yahweh"; también aparece en antiguos sellos heb.).
1.
Hombre de la tribu de Judá (1 Cr. 4:19).
2.
Levita que ayudó a Esdras a explicar la ley de Dios al pueblo (Neh. 8:7; 9:5). Probablemente fue uno de los 3 hombres del mismo nombre que firmaron el pacto de Nehemías (10:10, 13, 18).
3 y 4.
Otros 2 hombres, aparentemente diferentes de Hodías 2, que firmaron el pacto de Nehemías (Neh. 10:10, 13, 18).
Hodsi
(heb. Jodshî).
Otro nombre para Cades* sobre el Orontes (2 S. 24:6).
Hofra
(heb. Jofra{; egip. 2'ib-R{, "el corazón de Ra se regocija"; cun. Uhpara).
Cuarto rey de la dinastía 26ª de Egipto (c 588-c 569 a.C.), mejor conocido por la forma griega de su nombre: Aprí's, Apries. Hofra siguió la política antibabilónica de sus predecesores e intentó ayudar a Jerusalén cuando la ciudad fue sitiada por Nabucodonosor, en algún momento entre el 588 y el 586 a.C. (Jer. 37:5-11). El esfuerzo fracasó y el ejército egipcio fue obligado a retirarse. Después de la destrucción de Jerusalén muchos judíos huyeron a Egipto, especialmente después del asesinato del gobernador Gedalías y de la matanza de la guarnición caldea de Mizpa. Entre los que fueron a Egipto contra su voluntad estuvo Jeremías y su secretario Baruc (cps 41-43). El profeta predijo que Hofra moriría a manos de sus enemigos (44:30), predicción que se cumplió más tarde. En una revuelta militar, Hofra fue obligado a reconocer al comandante del ejército, Amasis, como corregente. Dos años más tarde hubo una disputa entre los 2 gobernantes, que resultó en una batalla sangrienta entre sus respectivos seguidores y en la muerte de Hofra. Sin embargo, Amasis lo sepultó con honores reales.
Hogar.
En el hebreo o el griego no hay una palabra específica para transmitir la idea que tenemos en español para "hogar". En los 4 casos en que aparece en nuestro idioma, Rt. 3:1 apunta a un "lugar de reposo"; en 2 Cr. 7:10 significa "tienda (carpa)"; en Sal. 109:10 se habla del "lugar árido", "desierto"; y en Is. 30:14 la palabra traducida por hogar es "brasero".
Hogla
(heb. Joglâh, "perdiz"; aparece en tiestos escritos de Samaria como nombre de un lugar).
Hija de Zelofehad, de Manasés (Nm. 26:33; 27:1; 36:11; Jos. 17:3).
Hoham
(heb. Hôhâm, de significado incierto).
Rey cananeo de Hebrón, miembro de la confederación cananea contra los israelitas. Después de su derrota, Josué mató y colgó a sus 5 reyes, entre los que se encontraban Hoham (Jos. 10:3-27).
Hoja
(heb. {âleh; gr. fúllon).
Término usado para: 1. El follaje de los árboles y las plantas 562 (Gn. 3:7; 8:11; etc.). 2. Las columnas de un rollo (Jer. 36:23, BJ; "planas", RVR); aquí la traducción de la BJ puede inducir a error, porque los antiguos rollos no estaban divididos en hojas, sino en columnas o "planas". 3. Una parte que se desliza o gira sobre un gozne para cerrar una entrada o puerta. En el templo de Salomón había 2 puertas de entrada (1 R. 6:34), cada una de las cuales tenía 2 hojas, lo mismo que el templo que Ezequiel vio en visión (Ez. 41:24). Véase Escritura.
Hojaldre.
Traducción del: 1. Heb. râqîq, una delgada hojuela de pan. Se usaban ceremonialmente los hojaldres sin levadura en la consagración de los sacerdotes (Ex. 29:2, 23; Lv. 8:26), para acompañar a ciertas ofrendas (Lv. 2:4; 7:12) y junto con la que se presentaba al terminar el voto del nazareato (Nm. 6:15, 19). 2. Heb.tsappîjith (Ex. 16:31; "hojuelas").
Hojarasca
(heb. qash; gr. kalám').
Cualquier residuo vegetal que resulta altamente inflamable y de poco valor (Ex. 15:7; Sal. 83:13; Jl. 2:5; 1 Co. 3:12).
Holocausto.
Véase Sacrificios y Ofrendas.
Holón
(heb. Jôlôn, tal vez "arenoso").
1.
Pueblo en la parte montañosa de Judá (Jos. 15:51), asignado a los sacerdotes (21:15). En 1 Cr. 6:58 se lo llama Hilén.* Ha sido identificado con Khirbet{Alîn, unas ruinas a unos 6 km al norte de Bet-sur.
2.
Pueblo en Moab, probablemente entre Medeba y Dibón (Jer. 48:21), pero no identificado aún.
Homam
(heb. Hômâm, quizá "destrucción" o "furioso").
Hijo de Lotán (1 Cr. 1:39). Véase Hemam.
Hombre de pecado.
Véase Anticristo.
Homer.
Traducción del: 1. Heb.jomêr (ugar. 1mr; ac. imêru). Medida para áridos que contenía 10 batos (Lv. 27:16; Ez. 45:14), el equivalente a 220 litros. 2. Heb.lethek (ugar. lth, una palabra prestada del ac. litiktu). Medida para áridos (Os. 3:2) que, de acuerdo con la Vulgata, era de 1/2 coro* o 1/2 homer.* Dado que un coro equivale a 220 litros, aquí tendría 110 litros (lo que en el pasaje citado daría 330 litros (DHH)).
Homicidio
(heb. dâm, "sangre"; a menudo aparece en plural, dâmîm, con el sentido de "culpable de sangre").
La muerte deliberada de un ser humano. El primer caso de homicidio fue la muerte de Abel por Caín (Gn. 4:8), y desde temprano en la historia de nuestro mundo se dio la orden: "El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada" (9:6). El 6º mandamiento prohibe específicamente el homicidio (Ex. 20:13; Dt. 5:17). Nm. 35 bosqueja con cierto detalle las leyes que rigen los asuntos de homicidios y muertes en Israel. El vengador* de la sangre tenía el derecho de matar al homicida (v 19), pero había ciudades de refugio adonde una persona podía huir para asilarse hasta que se juzgara su caso (vs 11, 12). Si la persona era declarada culpable, se la entregaba a un pariente del muerto para que la matara; pero si se demostraba que la muerte había sido accidental, gozaba de inmunidad en la ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote. Entonces podía volver a su casa con toda seguridad (Nm. 35:15-34; Dt. 19). La misericordia tradicional que podía esperar quien había cometido un mal y había huido al tabernáculo y se aferraba de los cuernos del altar no se extendía al homicida (Ex. 21:14; 1 R. 2:28-34). Cuando Israel más tarde se hundió en la apostasía, la vida humana se consideraba con liviandad, y encontramos a Jeremías (Jer. 7:9) denunciando el homicidio como uno de los principales pecados de Judá. Oseas (Os. 6:9) acusó a algunos de los sacerdotes de homicidio. Cristo mostró que el mandamiento que prohibe matar involucro más que el acto exterior: considera también los motivos (Mt. 15:19; 5:21, 22; cf Mr. 7:21). Jesús declaró que Satanás "ha sido homicida desde el principio" (Jn. 8:44), con la implicación inconfundible de que los que trataban de matarlo eran hijos de Satanás (vs 37, 40, 41). Un caso muy particular de homicidio lo vemos en la experiencia de David (2 S. 11 y 12; Sal. 51:14, sintiéndose culpable de la muerte de Urías). Otras referencias al homicidio se encuentran en Ex. 22:2, 3 (reglamentación); Lv. 17:4; 1 S. 25:26, 33; Os. 12:14; etc.
Homosexual.
Véanse Afeminado; Sodomita.
Honda
(heb. qela{).
Arma que consiste de un trozo de cuero o tela fuerte y con un hilo o cuerda atado de cada lado, o con el mismo material en forma de cinta, usado por prácticamente todas las naciones de la antigüedad. Para usar la honda, se doblaba por la mitad, se sostenía el extremo de las cuerdas, se colocaba una piedra en el doblez, y se la hacía girar por sobre la cabeza varias veces con rapidez; luego se soltaba una de las cuerdas o extremos. De este modo, la piedra se proyectaba con gran fuerza (fig 263). Se han encontrado piedras redondas, como pelotitas, en casi todas las excavaciones. La honda era parte del equipo básico de los pastores de ovejas como David (1 S. 17:40); era también un arma en las manos de un soldado (Jue. 20:16; 2 R. 563 3:25; 2 Cr. 26:14). En un relieve asirio que muestra la captura de laquis, un soldado hebreo está dibujado sobre una torre con una honda en pleno movimiento (fig 308). Los judíos usaron hondas hasta la guerra romana del s I d.C.
263. Pastorcillo palestino con una honda.
Bib.: FJ-GJ ii.17.5, iv.1.3.
Honestidad
(gr. semnót's, semnós).
Término que suele significar "veraz", "libre de duplicidad", "recto", etc.; sentidos que provienen de expresiones hebreas y griegas más o menos sinónimas. También significan "honorable", "respetable" y "digno de estima". Así, el gr. kalós, "bueno", "intachable", "excelente", tiene estos sentidos en Ro. 12:17, 2 Co. 8:21 y 1 P. 2:12.
Honesto.
Véase Honestidad.
Hor
(heb. Hôr, "monte", "montaña").
1.
Monte, en la frontera de Edom, donde murió Aarón y fue sepultado (Nm. 20:22-29; 33:37-39; Dt. 32:50). Una tradición (que se remonta por lo menos al s I d.C.) ubica este monte cerca de Petra, en lo que ahora se conoce como Jebel Harún, "monte de Aarón", un monte de arenisca con 2 cumbres, de unos 1.463 m de altura, al sudoeste de Petra. La estructura de la tumba que ahora está en la cumbre es una mezquita musulmana. Como este monte Hor de la tradición está en el corazón del país edomita, la identificación es muy dudosa. Trumbull fue el primero en sugerir el Jebel Maderah, un monte a unos 24 km al noreste de Cades, como el monte Hor correcto. Pero esta identificación también es insegura, aunque ahora ha sido ampliamente aceptada. Mapa V, B-7.
264. Monte cerca de Petra, tradicionalmente llamado "Monte Hor".
Bib.: FJ-AJ iv.4.7; H. C. Trumbull, Kadesh-Barnea (1884), p 128 y sigs.
2.
Monte en el borde norte de Palestina (Nm. 34:7, 8); no identificado. Puede ser que describa una de las cumbres notables del Líbano.
Hora
(heb. sha{âh; gr. hora).
En tiempos antiguos, la 12ª parte del período de luz diurna (Jn. 11:9; cf Mt. 20:1-12), por lo que la longitud de la hora variaba algo de acuerdo con las 564 estaciones, quizá calculada en forma aproximada mirando al sol; por cierto, para los propósitos corrientes no se medía el tiempo con exactitud. Pero ya en los días de Isaías los hebreos tenían evidentemente algún método para saber la hora mediante la sombra que arroja el sol, porque la señal milagrosa otorgada a Ezequías fue el movimiento hacia atrás de la sombra en el "reloj"* de Acaz (o en las gradas de la escalera que llevaba a la cámara de Acaz; 2 R. 20:11). En Egipto ya existían relojes de agua que indicaban la hora del día por la cantidad del líquido que había salido por una abertura cuidadosamente medida. Las escalas, que diferían de acuerdo con los meses del año, compensaban la diferencia de longitud de las horas (fig 429). Véase Día (2).
Horario simplificado que muestra la relación de las horas judías y romanas con las modernas. Para una mayor explicación acerca de las horas y las vigilias del día y de la noche, véanse Día; Noche.
Horam
(heb. Hôrâm, "elevado").
Rey cananeo, de Gezer, que fue en ayuda de Laquis cuando esta ciudad fue sitiada por los israelitas; fue derrotado por Josué (Jos. 10:33).
Horca
(heb. {êts, "árbol").
Palabra que sólo aparece en Gn. 40:19 y en el libro de Ester. Amán agagueo había mandado hacer una "horca" de 50 codos de alto; en ella esperaba colgar a Mardoqueo, pero sirvió para su propio fin (Est. 5:14; 7:9, 10). Como los persas no practicaban el ahorcamiento (que implicaba la estrangulación), sino que empalaban a los criminales, habría poca duda de que la "horca" en realidad era un palo o estaca en la que Amán hacía planes de empalar a Mardoqueo.
Horeb
(heb. Jôrêb, "desierto (seco)").
Otro nombre para el monte Sinaí* (Ex. 3:1; 1 R. 8:9; Sal. 106:19; etc.).
Horem
(heb. Jorêm, "sagrado").
Ciudad fortificada de Neftalí en la Galilea superior (Jos. 19:38); no identificada.
Pueblo que aparece en el AT como los habitantes originales del monte Seir (Gn. 36:20, 21, 29, 30), derrotados por los 5 reyes en tiempos de Abrahán (Gn. 14:6) y finalmente reemplazados por los edomitas, descendientes de esaú (Dt. 2:12, 22). Por un largo tiempo se pensó que el nombre horeo derivaba de jôr, "cueva", y que los horeos, por tanto, eran trogloditas (habitantes de cuevas). Evidencias históricas y arqueológicas recientes han hecho insostenible esa posición. Ahora se sabe que deben ser identificados con los hurrianos o hurritas, un grupo étnico de personas conocidas a través de los jeroglíficos egipcios y también de los textos cuneiformes de Mesopotamia. Estas fuentes revelan que los horeos vivían en las montañas al norte de la Mesopotamia en el 3º milenio a.C., pero la invadieron a comienzos del 2º milenio a.C., y algunos de ellos, posteriormente, se abrieron paso hasta Siria y Palestina. Un centro de este pueblo existía al este de Asiria en la época patriarcal. Muchos textos horeos que se hallaron en Nuzi, cerca de la moderna Kirkut, en Irán, arrojan luz sumamente interesante sobre las condiciones del tiempo de los patriarcas. Mapa III, B-5.
La presión de los horeos sobre Siria y Palestina parece haber sido responsable de la invasión de los hicsos a Egipto en el s XVIII a.C. Las primeras oleadas de estos invasores fueron semitas que habían sido expulsados de su país; las posteriores, fueron de horeos. A esta conclusión se llegó mediante el estudio de los nombres de los reyes hicsos. Aun después de la expulsión de los hicsos de Egipto, permaneció en Palestina un fuerte elemento horeo, y los egipcios a veces llamaron "Kha-ru" a todo el país de Palestina. Amenhotep II (c 1450-c 1427 a.C.) pretende haber traído de vuelta a 36.300 habitantes de Kharu como cautivos de una campaña militar en Palestina. Los horeos también fundaron el reino de Mitani, que comprendía toda la Mesopotamia superior y llegó a ser un formidable oponente de los reyes egipcios de la dinastía 18ª, que luchó contra ellos repetidamente. Más tarde, los horeos fueron derrotados por los hititas y los asirios y absorbidos por estos nuevos poderes. Mapa III, B-4/5.
Que existía una lengua horea se supo 565 primero por una Carta de Amarna* (No 24). Desde entonces han aparecido más textos en esta lengua en diferentes lugares, incluyendo la capital hitita (Khattushash) y Ugarit. Todavía no se la comprende totalmente. Los hítitas adoptaron muchas prácticas religiosas de los horeos, como también el principal dios de ellos (Teshub), el famoso dios del trueno y la tormenta.
Bib.: H. A. Hoffner, "The Hittites and Hurrians" (Los hititas y los horeos); Peoples of Old Testament Times (Pueblos de tiempos del Antiguo Testamento), D. J. Wiseman, ed. (Oxford, 1973), pp 197-228; ANET 247.
Hores
(heb. Jôreshâh, "bosque").
Lugar donde David se escondió de Saúl (1 S. 23:15-19). Ha sido Identificado con Khirbet Khoreisa, a unos 3 km al sudoeste de Tell Zîf, el sitio de la antigua ciudad de Zif.
Hori; Horí
(heb. Jôrî, "morador en cueva (cavernícola)").
1.
Nieto de Seir e hijo de Lotán (Gn. 36:22; 1 Cr. 1:39).
2.
Simeonita cuyo hijo Safat fue uno de los representantes de su tribu en el grupo de espías enviados a ver la tierra de Canaán (Nm. 13:5).
Antigua ciudad cananea cuyo nombre original era Sefat.* Los israelitas le cambiaron ese nombre por Horma después de destruir la ciudad (Jue. 1:17). Estaba en la parte más meridional de Judá, hacia la frontera con Edom. Se la menciona como el lugar al cual los amalecitas y los cananeos empujaron a los israelitas en un ataque en el 2º año del éxodo (Nm. 14:45; Dt. 1:44). Cuando el rey de Arad atacó a los israelitas unos 38 años más tarde y tomó cautivos a algunos de ellos, Israel prometió destruir toda el área (Nm. 21:1-3), voto que cumplió más tarde (Jue. 1:17). Durante la distribución del país, la ciudad fue asignada primero a Judá, pero después fue transferida a la tribu de Simeón (Jos. 15:30; 19:4). Aparentemente fue ocupada de nuevo por los cananeos, pero luego de la muerte de Josué, los simeonítas, ayudados por Judá, la retomaron y la retuvieron por un tiempo, llamándola Horma (Jue. 1:1, 17; 1 Cr. 4:24, 30). Cuando David huía, vivió en términos amistosos con sus habitantes puesto que, después de haber vengado la toma de Siclag, les envió parte de los despojos capturados de los amalecitas (1 S. 30:30). El sitio no ha sido identificado con certeza, pero probablemente es Khirbet el-Msh~sh, a unos 12 km al este sudeste de Beerseba. Mapa VI, F-2.
Una expedición israelí-alemana, bajo la dirección de Aharoni y Fritz, excavó Khirbet el-Msh~sh (1972-1975). En el sitio se encontraron un lugar cerrado de la Edad Media del Bronce (época patriarcal), un tell de la Edad del Hierro (s XII a.C. en adelante) y una fortaleza romana. La Edad Tardía del Bronce (c 1600-c 1200 a.C.) parece no estar representada en el sitio.
Bib.: Y. Aharoni, V. Fritz y A. Kempinski, Tel Aviv 1 (1974):64-74; 2 (1975):97-124; Kempinski, EAEHL III:816-819.
Hormiga
(heb. nemâlâh; Cartas de Amarna, naam-lu; ac. lamattu; ár. naml (plural); LXX múrm'x).
Insecto himenóptero, de la familía de los Formícidos, mencionado 2 veces en la Biblia. En Pr. 6:6-8 se las presenta como ejemplo de diligencia para el perezoso, porque "preparan en verano su comida y recogen en el tiempo de la siega su mantenimiento" (cf 30:25). Aunque ninguna de las 31 variedades de hormigas que se conocen en Palestina tiene realmente este hábito, se sabe que algunas son segadoras o cosecheras y almacenan alimentos en sus nidos (principalmente granos). Un proverbio interesante acerca de las hormigas se cita en una de las Cartas de Amarna* (emplea la palabra cananea para hormiga): "Si se golpea a las hormigas, no lo reciben (pasivamente) sino que muerden la mano de quien las golpea".
Bib.: W. F. Albright, BASOR 89 (1943):31; AMBL.
Hornillo
(heb. kîrayim, "cocina", "estufa").
Artefacto usado para producir calor por medio de leña u otro combustible, y sobre el cual se colocaban ollas u otros recipientes con agua para calentarla, o alimentos para cocinarlos. Este término aparece sólo una vez en Lv. 11:35. En realidad, es una palabra compuesta de kîr, una cocina o estufa, más ayim, que quiere decir "doble". Por eso, en la RVR se la ha traducido por "horno u hornillos". En realidad no se trataba de varios artefactos, sino de uno solo doble, lo que posiblemente significa que mediante él era posible calentar simultáneamente dos ollas o recipientes.
Horno.
Se pueden notar los siguientes tipos:
I. Horno para fundir y refinar metales (heb. kibshân (Gn. 19:28); kûr, ac. kûru (Dt. 4:20; 1 R. 8:51; etc.)).
El heb. {alîl, traducido "horno de tierra" en Sal. 12:6 es de significado algo incierto. En el NT, el horno de fundición aparece como el káminos de Ap. 1:15. En Edom se han descubierto hornos sencillos para extraer cobre del míneral. Cada horno consistía de: A. Un espacio pará fundir, es 566 decir, un agujero circular en el suelo, recubierto de arcilla, de unos 40 cm de profundidad y unos 45 cm de diámetro. B. Un pozo más profundo excavado junto al anterior, de unos 70 x 100 cm. C. Una plataforma de trabajo hecha de piedras planas que rodeaba la instalación. El aire era forzado en el espacio para fundir mediante fuelles y tuberías protegidas en su parte más cercana al calor con protectores de arcilla. Se usaba carbón como combustible. Un horno de fundición más complejo, procedente del s XI a.C., fue descubierto en Tell Qasîleh, cerca de Tel Aviv, Israel (fig 265).
265. Reconstrucción arqueológica y sección transversal de un horno para la extracción del cobre (s XI a.C.). Encontrado en Tell Qasîleh.
Bib.: B. Rothenberg, Timna (Londres, 1972), pp 72-78; B. Maisler, IEJ 1 (1950-1951):74, 75.
II. Horno para cocinar (heb. tannûr; ac. tinûru; aram. tannûra'; gr. klíbanos), mencionado repetidamente en el AT (Neh. 3:11; Is. 31:9; etc.).
Se han descubierto antiguos tannûrîm bien conservados en muchos sitios de Palestina. Se diferencian muy poco de los hornos árabes modernos. Consistían de un agujero en el suelo, cuyas paredes generalmente estaban forradas con trozos de cerámica o una cubierta gruesa de arcilla. En ese hoyo se hacía fuego, sobre el cual se ponían anchos conos de arcilla o una gran fuente convexa con una perforación central para la salida del humo. Cuando esa bandeja o fuente estaba caliente, se ponía sobre ella una delgada capa de masa como si fuera un panqueque. Durante el horneado, había que dar vuelta la masa (Os. 7:8). Algunas veces los panes se ponían sencillamente sobre las cenizas o piedras calientes (1 R. 19:6). Una forma posterior puede verse en la fig 363.
III. Horno para/de ladrillos (heb. malbên; aram. 'attûn; ac. atûnu).
Horno donde se cocinaban y/o quemaban los ladrillos (2 S.12:31). En Nah. 3:14, malbên designa al molde de ladrillo antes que al horno. En Jer. 43:9 tiene el sentido de "trabajo de albañilería". Se lo menciona en Dn. 3 en relación con el intento de quemar a los 3 amigos de Daniel por rehusarse adorar la estatua de oro de Nabucodonosor. Ese tipo de horno era una estructura cónica de ladrillos, con una abertura en la pared. Los ladrillos crudos eran apilados alrededor de la pared interior, después de lo cual se encendía el fuego. El combustible probablemente era el mismo que todavía se usa en Mesopotamia: tamo (paja) mezclada con petróleo crudo obtenido de pozos naturales abiertos; en otros países se usaba carbón u otros combustibles. El káminos de Ap. 9:2 probablemente sea una referencia a uno de estos hornos de ladrillos.
De acuerdo con la versión DHH, la designación de cierto camino (2 S. 13:34). Esa lectura no se basa en el hebreo, que dice "a sus espaldas" (como en la RVR), sino en la LXX. Aquí se considera que Horonaim se refiere a los 2 pueblos llamados Bet horón de Arriba y Bet-horón de Abajo. La BJ pone aquí "Bajurim" (véase Bahurim).
2.
Ciudad moabita cerca de Zoar (Is. 15:15; Jer. 48:3, 5, 34). En Jer. 48:5 se menciona la "bajada de Horonaim", y la Piedra Moabita* habla de descender a la ciudad, pero su ubicación, muy probablemente al sur del río Arnón, no ha sido determinada aún.
Horonita
(heb. jôrônî, "de Horonaim (Bet-horón)").
Natural de Bet-horón o más probablemente de Horonaim en Moab. Si esto último es lo correcto, la aplicación que hace Nehemías a Sanbalat, el enconado enemigo de los judíos (Neh. 2:10, 19; 13:28), habría sido una expresión del desprecio de Nehemías por Sanbalat como moabita. También se ha sugerido que horonita significa "hombre de Hauran". Véase Horonaim 2.
Hosa
(heb. Jôsâh, "refugio").
1.
Lugar en la frontera de Aser, aparentemente 567 al sur de Tiro (Jos. 19:29). La identificación propuesta con la Ushu de las inscripciones asirías y con la Palaituros de los escritores griegos (la Tiro continental), es muy dudosa e insegura.
2.
Portero en tiempos de David (1 Cr. 16:38; 26:10, 11, 16).
Hosama
(heb. Hôshâmâ{; forma abreviada de Yehôshâmâ{, "Yahweh ha escuchado (oído; oye)").
Hijo del rey Joaquín (Jeconías) de Judá (1 Cr. 3:18).
Hosanna.
Transliteración, a través del gr. hÇsanná, de la palabra heb. hôsha{-nâ' y aram. hôsh{âh nâ' (Sal. 118:25). La expresión significa "Salva, te rogamos", "Salva, ahora" o "Ayuda, te pedimos". La multitud en la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén gritaba "Hosanna", probablemente como una oración para que la salvación viniera a Israel mediante el Mesías (Mt. 21:9, 15; Mr. 11:9, 10; Jn. 12:13).
Hospitalidad
(heb. 'ârêaj; gr. filoxenía).
En los hogares orientales se requería la hospitalidad, aun para forasteros desconocidos. El huésped podía gozar de esta hospitalidad sin la más mínima obligación de pago. En su defensa, Job alegó que siempre había estado atento a las necesidades de los viajeros (Job 31:31, 32). Abrahán fue hospitalario con ciertos extranjeros, los cuales, supo más tarde, habían sido seres celestiales (Gn. 18). Lot acogió a 2 de ellos, sin saber, al principio, que eran ángeles (19:1-3). Tan seriamente consideraba su obligación hacia sus huéspedes, que para protegerlos estuvo dispuesto a sacrificar la pureza de sus hijas (Gn. 19:4-8). Pablo habría tenido estos incidentes en mente cuando aconsejó a los cristianos a ser hospitalarios, porque al serlo, sin saber algunos habían hospedado a ángeles (He. 13:2). Los israelitas recibieron la orden de proteger a los extranjeros y ser hospitalarios con ellos (Lv. 19:33, 34). Simón dejó de honrar a Cristo con las cortesías que un huésped podía generalmente esperar (Lc. 7:44-46). En la Biblia se mencionan cuartos de huéspedes (RVR "aposentos";* Mr. 14:14; Lc. 22:11). Eliseo y su criado eran huéspedes frecuentes de una mujer sunamita, que finalmente hizo construir una habitación para él (2 R. 4:8-10, 13).
Hotam
(heb. Jôthâm, "sello").
1.
Aserita, fundador de una familia (1 Cr. 7:32); tal vez idéntico a Helem* 1 (v 35).
2.
Hombre de Aroer; 2 de sus hijos pertenecieron a los valientes de David (1 Cr. 11:44).
Hotir
(heb. Hôthîr, de significado incierto).
Músico, uno de los hijos de Hemán (1 Cr. 25:4, 28).
Hoz
(heb. jermêsh, maggâl; gr. drépanon).
Herramienta agrícola curva y filosa que se usaba para cosechar granos (Dt. 16:9; 23:25; etc.). Las hoces más antiguas descubiertas por los arqueólogos revelan que consistían de un mango curvo de madera en el que se insertaba un pedenal; más tarde, de hojas de bronce o de hierro, con un mango de madera, muy semejantes a las modernas. La palabra "hoz" que figura en 1 S. 13:20 se basa en la LXX (en hebreo se repite la palabra "azadón").
Hucoc
(heb. Juqqôq y Jûqôq, quizá "decretado").
1.
Pueblo en la frontera de Neftalí (Jos. 19:34); identificado con Y~qûq, a unos 4 km al oeste de Cineret.
2.
Población en Aser (1 Cr. 6:75). Véase Helcat.
Huerto
(heb. gan, gannâh, ginnâh; gr. kepos).
El 1º mencionado en la Biblia es el huerto del Edén (Gn. 2:8, 15; etc.), diseñado y plantado por Dios para el hombre, pero éste lo perdió por causa del pecado. Los huertos en el AT eran mayormente de frutales (Jer. 29:5, 28; Am. 9:14). Algunos de ellos tenían un pozo (Cnt. 4:15), otros estaban cerrados con un muro o un cerco vivo (4:12; Is. 5:2, 5), y no faltaban los que tenían una cabaña para un vigía (Is. 1:8). También estaban relacionados con las residencias palaciegas (2 R. 25:4; Est. 1:5; Jer. 39:4), y algunos reyes fueron enterrados en el huerto de su palacio (2 R. 21:18, 26). En Ec. 2:5 se menciona un huerto (heb. pardês, "parque", "foresta", "huerto (vergel)"), cuyo término hebreo aparece esta única vez.
266. Sitio del "Huerto del rey" bíblico (primer plano) en la parte inferior del valle del Cedrón, al sudeste de Jerusalén.
El NT menciona el del Getsemaní, que parece haber sido un bosque de olivos. Allí Jesús tenía la costumbre de retirarse a meditar y orar, y allí fue arrestado (Jn. 18:1, 26). Y en 568 un huerto se lo sepultó (19:41; cf 20:15). Véanse Edén 1; Paraíso.
Huerto de rey
(heb. gan ha-melek).
Huerto fuera de la antigua Jerusalén, cerca de la "puerta entre los dos muros" (2 R. 25:4; Jer. 39:4; 52:7) y en las cercanías del estanque de Siloé (Neh. 3:15). Probablemente recibía riego de su excedente. Debió haber estado en la parte inferior del valle del Cedrón, inmediatamente al norte del pozo de En-rogel, donde todavía hay huertas de verduras (fig 266). Mapa XVII.
Huevo
(heb. bétsâh, y una vez de jallâmûth, palabra de origen incierto (Job 6:6) gr. Çón).
Los huevos que se mencionan en el AT son de diversas especies de aves silvestres y de serpientes, no de las gallinas que nosotros conocemos, a menos que Is. 10:14 sea una referencia a éstos. Una de las leyes de Moisés especificaba que cuando se encontraba una ave madre echada en el nido, no debía tomarse a la madre con sus huevos o sus crías, sino sólo sus polluelos (Dt. 22:6, 7). En Job 39:14 se menciona los huevos de avestruz, y en Is. 10:14 el acto de reunir huevos se usa como figura del poder de Asiria para robar los "nidos" de otras naciones. Los impíos son como los que empollan huevos de víboras (59:5). La referencia de Jesús en Lc. 11:12 probablemente se refiera al huevo de gallina, y es una evidencia de que éstos se comían en tiempos del NT. Véase Gallina.
Hufam
(heb. jûfâm, tal vez "protección").
Hijo de Benjamín (Nm. 26:39); también se lo llama Hupim.
Hufamitas
(heb. jûfâmî).
Descendientes de Hufam* o Hupim* (Nm. 26:39).
Hul
(heb. jûl, posiblemente "círculo").
Segundo hijo de Aram (Gn. 10:23; 1 Cr. 1:17). Probablemente fue, como sus hermanos, también el jefe ancestral de una tribu aramea de la cual, sin embargo, nada se sabe
Hulda
(heb. Juldâh, "topo" o "comadreja").
Profetisa de renombre que vivía en la 2ª sección de Jerusalén durante el reinado de Josías. Era la esposa de Salum, guarda del guardarropa sacerdotal o real. El rey Josías buscó su consejo después que se encontró el libro de la Ley en el templo. Ella le dijo que Jerusalén sería destruida, pero que por causa de su vida piadosa eso no ocurriría en sus días (2 R. 22:14-20; 2 Cr. 34:22-28).
Humta
(heb. Jumtâh, "reptil" o "lagartija").
Lugar en el país montañoso de Judá, cerca de Hebrón (Jos. 15:54); no identificado.
Hupa
(heb. Juppâh, tal vez "cobija").
Descendiente de Aarón y jefe del grupo 13º de los 24 en que David organizó a los sacerdotes (1 Cr. 24:13).
Hupim
(heb. Juppîm, "que se está cubriendo (protegiendo)").
Hijo de Benjamín y jefe de una familia en la tribu (Gn. 46:21; 1 Cr. 7:12, 15). Se lo llama Hufam* en Nm. 26:39, y de él descendieron los hufamitas.*
Hur
(heb. Jûr, "blancura", pero para Hur 1 y Hur 2 el significado posiblemente sería (el dios egipcio) "Horus" o "noble"; aparece en un antiguo sello heb.; ac. Hûru, "niño").
1.
Compañero fiel de Moisés. Junto con Aarón sostuvieron en alto los brazos de Moisés durante la batalla contra los amalecitas (Ex 17:10-13). Estuvo asociado con Aarón en la administración del pueblo junto al monte Sinaí (24:14). La tradición judía lo hace esposo de María y cuñado de Moisés. Posiblemente pueda ser identificado con Hur 2.
Bib.: FJ-AJ iii.2.4.
2.
Abuelo del artista Bezaleel de la tribu de Judá (Ex. 31:1, 2; 35:30-33; 38:22; 1 Cr. 2:20; 2 Cr. 1:5). Posiblemente es idéntico a Hur 1.
3.
Rey de Madián muerto por Moisés (Nm. 31: 8; Jos. 13:21).
4.
Padre del gobernador de Salomón en el monte Efraín (1 R. 4:8). En la versión DHH se llama Ben-hur al hijo.
5.
Primogénito de Efrata (1 Cr. 2:50; 4:4).
6.
Hijo de Judá (1 Cr. 4:1).
7.
Judío cuyo hijo, Refaías, fue gobernante de la mitad de Jerusalén y uno de los constructores del muro en tiempos de Nehemías (Neh. 3:9).
Hurai
(heb. Jûray).
Valiente de David (1 Cr. 11:32). Véase Hidai.
Huri
(heb. Jûrî, tal vez "tejedor de lienzos").
Descendiente de Gad (1 Cr. 5:14).
Husa
(heb. Jûshâh, "apresuramiento (prisa)" o "silencio").
Descendiente de Judá (1 Cr. 4:4) y cabeza de una familia cuyos miembros son llamados husatitas* (27:11). Algunos comentadores opinan que Husa es el nombre de un pueblo.
Husai
(heb. Jûshay, "apresurado (apresurándose)").
Arquita* amigo y consejero principal de David. Su éxito al destruir el consejo malvado de Ahitofel salvó a David durante la rebelión de Absalón (2 S. 15:32-37; 16:16-18; 17:5-16; 1 Cr. 27:33). Baana, uno de los gobernadores de Salomón, pudo haber sido su hijo (1 R. 4:16).
Husam
(heb. Jûshâm, tal vez "prisa").
Rey de Edom, de Temán (Gn. 36:34, 35; 1 Cr. 1:45, 46). 569
Husatita
(heb. jushâthî).
Descendiente de Husa* (2 S. 21:18; etc.).
Husim
(heb. Jûshîm, quizá "los que se apresuran").
1.
Hijo de Dan y jefe de una familia (Gn. 46:23), llamado Súham* en Nm. 26:42.
2.
Descendiente de Benjamín (1 Cr. 7:12).
3.
Esposa del benjamita Saharaim (1 Cr. 8:8, 11); una de las 3 que tuvo. 570